En un rincón tranquilo de Atzeneta del Maestrat, al abrigo del majestuoso Penyagolosa, se erige una casa rural cuya historia late en cada piedra y en cada rincón. Casa Els Pardos no es solo un alojamiento rural; es un pedazo de historia de las gentes de estas tierras. Su nombre hace honor a aquellos hombres y mujeres sencillos, masoveros que con sus manos trabajaban las tierras de la comarca, y que construyeron aquí un refugio para sus familias y sus sueños.

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Décadas atrás, familias de agricultores se unieron para levantar esta vivienda, un punto de encuentro para los días de fiesta, las celebraciones y las ocasiones especiales. En aquellos tiempos, no existían carreteras modernas ni medios de transporte rápidos; llegar al pueblo era una travesía y, por eso, tener una casa donde pasar la noche, donde reposar tras un largo día de trabajo o celebrar los hitos de la vida, era un lujo que estos masoveros compartían con orgullo.